top of page

¿¿Quiero tener un hijo, o no quiero tener un hijo??




La verdad es que, si me llevo varios días de decisión escribir sobre este tema, hay temas muy complejos en la maternidad que a veces preferimos evitar compartir abiertamente, pero creo que de lo que voy a platicar y opinar en este artículo es un tema de nuestro día a día en la vida de un gran porcentaje de mujeres. Soy mamá de un pequeño niño de 8 años, y también soy madre de una pequeña niña que llegó a este mundo y se fue. Una pérdida que nos dejó revueltos y también como roble tanto a mi como a mi esposo, sin embargo, cuando las mujeres perdemos un embarazo en curso nos trae muchas dudas acerca de la maternidad, aún más de las que ya tenemos. Todavía estoy buscando el servicio al cliente o donde poder ir a poner mi queja acerca de todo lo que nunca nos dijeron nuestras abuelas o mamás y sociedad acerca de la maternidad o lo dura que está puede llegar a ser. Pero también recibimos tanto amor de nuestros hijos que rápidamente se nos olvida la queja. Cuando perdí a mi hija, sentí una necesidad y un sentimiento de querer tener un montón de hijos, pensaba todo el tiempo en la meta de dejar pasar 6 meses para recuperar mi cuerpo y volver a empezar a echarle ganitas para lograr tener mi propio jardín infantil en casa. Además de trabajar al mismo tiempo en lo duro que estaba siendo y que ha sido la pérdida de mi hija Rosa.

Fueron pasando las semanas de recuperación y de pronto toda mi necesidad y ganas de nuevamente ser mamá se fueron caducando y marchitando poco a poco, empezaron a aparecer miles de preguntas en mi corazón, preguntas como de que, si estoy en el lugar, país, ciudad indicada para tener hijos? Le quiero dedicar el tiempo suficiente a mi maternidad y al mismo tiempo sin dejarme de lado a mí? Me quiero despertar de lunes a lunes 2 a 6 veces en la noche sin descanso para dar de comer y/o atender al bebé? ¿Quiero que gran parte de mi economía se vaya directo a una hija o quiero pagarme mis viajes, mis caprichos y mi vida personal? Quiero regalar o compartir el 90% de mi tiempo en los años donde más energía y ganas de vivir tengo? ¿De verdad quiero perder mi libertad? ¿Quiero traer niños al mundo cuando en algunos países hay miles de ellos tirados en las calles, en zonas de guerras o en extremas pobrezas? O quizás, ¿para tener hijos me debería de ir a vivir al sur de chile o a algún pueblito donde sea pequeño, poco contaminado, con nada de tráfico para encontrar calidad de vida? Disfruto tanto estar conmigo misma que tantas preguntas llegan a la cabeza y además he postergado tantas cosas en mi vida por ser madre que con mayor razón me las hago ... ¿Y por último me pregunto si es muy egoísta tener estos pensamientos?

Y fíjense que creo que no, me parece que nos han romantizado tanto la maternidad, que nunca nos enseñaron el lado opuesto y duro que esto implica, cuando se supone que tenemos que reflexionar de nuestras decisiones en la vida, tomar decisiones correctas, pero fíjense que con respecto a la maternidad, ni la sociedad, ni nuestras abuelas y tampoco nuestras mamás que son las que más insisten en que tengamos hijos, nos aconsejaron ni tampoco enseñaron a entender bien lo que conlleva la decisión de ser madre, el traer hijos al mundo, y la gran responsabilidad que esto significa, solo nos han mostrado el lado más lindo. Inclusive hay tantos niños que llegan de forma irresponsable a este mundo, donde muchos de ellos quedan al cuidado de alguien más o en hogares como los muchos pequeños que ayudamos nosotros en cosmo kids en el hogar DB, tantos niños que llegaron al mundo sin haber sido pensados y planeados previamente con conciencia. Por lo que además de la falta de verdad qué hay detrás de la maternidad también hay una falta de educación global importante. Entonces quiero decirte que, si tú también te haces estas preguntas, es normal, Incluso es más importante hacerse estas preguntas que solo lanzarse a la maternidad sin ser conscientes de lo que esto implica para que realmente podamos traer niños al mundo con sabiduría y decisión. Cuando somos conscientes de la decisión que estamos tomando y sabemos lo que esto conlleva, entonces nos convertimos en madres y padres desde otro lugar. Hay serios problemas en la vida adulta hoy en la humanidad, porque lamentablemente los adultos encargados de crear las guerras, adultos violentos, entre otros temas oscuros de la vida, en su mayoría son adultos que definitivamente no tuvieron una buena niñez o infancia. Son adultos de corazón roto como los llamo yo, Posiblemente niños que carecieron de amor, y contención. Los niños que carecen de muchas herramientas, que carecen de amor y niños que carecen en general de emociones importantes, se convierten en adultos dañados donde muchos logran trabajar sus carencias, creencias y miedos, pero en su mayoría muchos son el responsable de la violencia y la falta de respeto, criterio y amor entre la sociedad. Por ende, la decisión y responsabilidad de traer niños al mundo sin duda es para toda la vida, ya que depende de nuestras capacidades como tutores de los pequeños que crezcan siendo niños llenos de amor y contención. Ni en la pobreza ni en la riqueza hay diferencias para lograr acompañar nuestra maternidad y paternidad de la mejor forma y formando niños seguros y llenos de amor, lo único que hará la diferencia en la educación de los pequeños realmente es que como adultos estemos sanos emocionalmente para llevar este trabajo acabo, por eso es importante también trabajar y acompañar nuestras emociones en conjunto con un profesional en el camino de la maternidad y paternidad, así como también prepararnos previamente con información a través de libros y trabajo personal. Un punto importante también es qué hay mujeres que tienen vocación para la maternidad, en cambio hay otras mujeres que no la tienen, y eso como sociedad debemos de respetar, quién decide no tener hijos es respetable como la personas que decide tenerlos, tampoco debemos tener hijos solo por cumplir un patrón social o por darle en el gusto a nuestros padres o familiares que piden de manera habitual que traigamos nietos y sobrinos a la familia, y no podemos juzgar a aquel ser humano que decide no traer hijos a este mundo. Tener hijos es una decisión tan importante, que solo debemos escuchar a nuestro corazón y razonar lo mejor posible. Que la decisión sea sin miedo al qué dirán, que la decisión sea sin miedo a elegir, recuerda que nuestra vida y nuestras decisiones son personales. Y para terminar quiero contarte que he conocido a un montón de mujeres que aman la maternidad, y a otras tantas mujeres que han decidido no ser madres, y créanme que ambas decisiones conllevan valentía, felicidad y tristeza. Ninguna de las dos decisiones está exenta a lo que las mujeres podemos sentir con este tema de la reproducción. Si querido ser humano, pregúntate todo lo que necesites para tomar la decisión, así como te lo preguntas en cada decisión que tomas en tu vida, y no eres egoísta, eres consciente. Te recomiendo dos libros que pueden ayudarte en este proceso previo La hija única by Guadalupe Nettel Mi bebe lo entiende todo by Aletha j. Solter

Con cariño, Constanza🧘🏼‍♀️




55 visualizaciones

Comments


bottom of page